Escrito por SADOP Rosario
En diálogo con La voz de los Privados, el programa radial de SADOP Rosario, la dirigente celebró el juzgamiento al que arribaron los jueces porque "la sentencia implica que los torturadores estén en la cárcel. Siento que cumplimos con la memoria de los compañeros que no están y eso es algo por lo que todos los sobrevivientes hemos peleado durante todos estos años porque llevamos presente su vida y su ausencia".
La testigo describió aquellos años de la dictadura donde un pacto de silencio se había apoderado de la sociedad. Lejos de juzgar la actitud, Hernández señaló que aquel comportamiento que llevó a que 36 años después todavía se desconozca qué paso con muchos argentinos que fueron victimas del Estado, o no conocer el paradero de los cadáveres, fue porque "tal vez la sociedad no estaba preparada, no quería ver o no podía ver las atrocidades que estaban sucediendo. Pero nosotros decidimos seguir adelante".
La causa Díaz Bessone, comenzó como Feced, en 1984, a partir de las denuncias realizadas por los sobrevivientes con el retorno de la democracia. Casi treinta años después, la Justicia determinó la cadena perpetua para Ramón Díaz Bessone y José Lofiego; 25 años para Mario Marcote; 12 años para Ramón Vergara; José Scortecchini recibió una década y Ricardo Chomicki, fue absuelto. La sensación, comentó Hernández, es que "mientras haya un represor o un genocida libre y no se completen los juicios y se escuchen todos los testimonios va a faltar justicia. Pero celebremos porque lo de hoy fue una muestra de que vale la pena la lucha".