El estudio técnico elaborado por Sadop arroja como resultado que las recomposiciones salariales otorgadas en 2014 y 2015 no fueron suficientes para mantener el poder adquisitivo de los sueldos docentes, los cuales crecieron entre un 4 y 8 por ciento menos que la inflación en ese período. En ese marco, el análisis llevado a cabo permitió establecer que, debido a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios docentes durante el bienio 2014-2015 y a la inflación esperada en 2016, el rango objetivo de incremento salarial a solicitar por los docentes de la provincia de Santa Fe para el presente año debe estar entre el 37 y el 43,5 por ciento para evitar la pérdida de poder adquisitivo de sus remuneraciones.
“Ni el Ministro de Educación, ni el de Economía de la Nación, blanquearon cómo llegaron al 25 por ciento que sugirieron. Con las negociaciones próximas a comenzar lo que planteamos es una mirada con parámetros objetivos y racionales sobre el tema. Obviamente, esperamos que el gobierno provincial presente su oferta”, expresó el titular del gremio, Martín Lucero.
Consultado sobre la posibilidad de medidas de fuerza, Lucero manifestó que el verdadero problema no sería el inicio del ciclo lectivo: “El foco debe estar puesto no en una medida de los maestros. Los chicos no van a ser víctimas de un paro docente, sino, lo que es realmente grave, serán víctimas de la pérdida de poder adquisitivo del salario de sus padres”, expresó el titular del gremio.
El dirigente adelantó que si no hay realismo en las propuestas salariales que haga el gobierno será muy difícil evitar conflictos. En tal sentido, Lucero apuntó: "Esperamos que el Gobierno de Santa Fe conserve su autonomía del gobierno central y atienda los planteos locales sin condicionamientos y que las presiones de sectores de la UCR -encabezados Corral- por imponer a Santa Fe la agenda de Cambiemos no prosperen porque todas las medidas tomadas hasta el momento tienden al ajuste".
El informe fue realizado en base al comportamiento de la inflación en la provincia de San Luis y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que fueron los únicos distritos donde se continuó midiendo la inflación. “Hay aumentos de impuestos, servicios, alimentos, todo eso genera presión sobre los sueldos porque no prima la estabilidad, sino la incertidumbre respecto al comportamiento de la economía”, concluyó el dirigente.